Hacer visible lo invisible

¿No es ésa la misión de la fotografía? Sí, la que enuncia el título.

Disparar en el momento oportuno no es casualidad sino cualidad premonitoria del instante siguiente al que se vive,  ése en que quedará plasmada la imagen que pasando por nuestros ojos hemos anticipado al dedo que pulsa en ágil coordinación visomotriz que Bender declararía como ítem si hoy diseñara tests sobre el asunto.

Lo que revele ese acto será inigualable, hazaña inaudita como la de hallar y extraer una aguja de un pajar. Con pose premeditada o sin ella, no habrá sido visto exactamente idéntico porque sencillamente nadie reparó en ese segundo de realidad que se ha captado, porque para muchas perspectivas esa percepción no existió, se vuelve visible por obra y gracia del fotógrafo.